Aunque parezca uno de los sentidos menos importantes, el sentido del olfato deja una huella más profunda y duradera. El sistema olfativo es un sistema totalmente químico que nos hace recordar desde la emocionalidad. Cuando vemos una foto, podemos recordar nuestro pasado. Algo parecido ocurre cuando tocamos algo que fue de un familiar, o un regalo especial. Sin embargo, el olfato es el único sentido que está en contacto directo con lo que llamamos cerebro emocional y además no tiene ningún filtro. Por eso, es también el más irracional de todos.
El bulbo olfatorio es parte del sistema límbico. Por lo que cuando olemos el aroma de un perfume, o de una comida, se produce una fuerte reacción emocional. Así pues, el olfato, al estar entre la memoria y las emociones, produce una fuerte asociación entre el olor y el contexto. Sin embargo, estos procesos son inconscientes; son asociaciones que se producen a través de nuestras vivencias, sin saber que, con el tiempo, al volver a oler el mismo estímulo, nos transportará a un momento del pasado.
La amígdala y el hipocampo son estructuras importantes en esta asociación. Por una parte, la amígdala es la encargada de procesar emociones y, por otra, el hipocampo está relacionado con el aprendizaje asociativo. El bulbo olfatorio tiene acceso a ambas estructuras por lo que a través de estas se crea la asociación aroma-emocionalidad.
De esta forma, también se puede explicar por qué algunas personas prefieren unos olores a otros. Si en el momento de oler un estímulo concreto, nuestra situación era negativa, es posible que, al encontrarnos en el futuro con el mismo olor, no nos sintamos bien. Por el contrario, si teníamos a una persona que siempre usaba el mismo perfume y nos aportaba felicidad y amor, cuando volvemos a oler ese perfume, nos puede evocar un estado emocional agradable.
Es por esto que Eien Cosmetics, se ha dado a la tarea de aprovechar el fuerte potencial del sistema olfativo para ofrecer productos para la piel con un valor agregado: los aceites esenciales, que, a través del aroma, son los principales responsables de causar esa emocionalidad.
Así pues, un olor no solo despierta nuestra mente, sino también es capaz de producir un estado de ánimo. ¿Quién no ha tenido una experiencia agradable al oler un determinado perfume? ¿Quién no ha recordado un momento de su infancia al oler, por ejemplo, un plato de comida?
Ahora ya sabes que las experiencias tienen olor. No se trata solo de oler bien. Se trata de traspasar fronteras. De que nos recuerden. Cuando algo es importante, perdura en el tiempo y no hay nada más poderoso que un recuerdo, porque donde no te olvidan, siempre estás presente, y en Eien sabemos cómo hacer que seas Eterna.